En charla con Ute Seydel

Mi primer contacto con la Literatura Comparada fue en la carrera: en Alemania se acostumbraba hacer la licenciatura y maestría en tres áreas: yo tomé Estudios Germanísticos, Letras Hispánicas y Literatura Comparada.

Entre los temas que he trabajado de forma comparatista destacan aquellos relacionados con culturas de la memoria (Chile, México, Argentina, Alemania); procesos de rememoración en el cine y textos literarios; ciudad y memoria, así como ciudad, migración y memoria, tomando la Ciudad de México y Berlín en ambos casos como ejemplos; memoria encarnada; experiencia traumática (Shoa, esclavitud, dictadura, guerra sucia, etc.) y políticas públicas del olvido y la memoria, así como memoria familiar, de diversos grupos sociales. Estos temas se han visto reflejados en ponencias y publicaciones, pero también en los temarios de mis cursos e incluso en algunas de las tesis que he dirigido. Otros asuntos que me han interesado son los que se vinculan con la literatura de mujeres, particularmente el abordaje de la historia en textos escritos por mujeres; la actualización de mitos clásicos; aspectos de literatura fantástica, vanguardias históricas y su legado, o la adaptación de textos literarios al cine.

Un órgano importante para la difusión y consolidación de este campo de conocimiento  en la Facultad de Filosofía y Letras fue la revista Poligrafías, cuya periodicidad lamentablemente  se interrumpió por un largo tiempo, hasta muy recientemente. Otras formas en las que se ha dado impulso al área de comparada han sido, por ejemplo a través de la Asociación Latinoamericana de Estudios Germanísticos, que tiene en sus congresos siempre una sección de Literatura Comparada, y en donde por cierto también he participado. Colaboré también en Letras Comunicantes, volumen en el que se invitó a profesores visitantes del DAAD en América Latina; yo aún no trabajaba en la UNAM sino en el IPN. Además he participado en diversos eventos con ponencias que se inscriben en líneas de investigación relacionadas con la Literatura Comparada, aunque los congresos no fueran sólo de Literatura Comparada.

Considero importante la Literatura Comparada para la formación del egresado en nuestro Posgrado en Letras, pues permite ir más allá de literaturas nacionales para entender cuestiones universales relacionadas con el ser humano, la convivencia, la formación de sociedades, etc.; lamentablemente hay pocas perspectivas laborales para los egresados en Literatura Comparada; sin embargo, se diversifica la preparación, pues los egresados conocen dos o más literaturas, a veces cine y también contextos histórico-políticos de diversos países. El estudio de la literatura en relación con otros medios es sumamente rico; actualmente reviso teoría acerca de procesos rememoriales en diversos soportes (cine, fotografía, telenovela y literatura) y creo que es un campo que tiene futuro.