En charla con Claudia Ruiz García

Me familiaricé con la Literatura Comparada cuando cursé la maestría en Letras Españolas y empecé a revisar autores del Siglo de Oro español que ejercieron un papel preponderante en la literatura francesa de finales del siglo XVI y durante el siglo XVII. De ahí se derivó mi interés por estudiar la novela española y la inglesa del siglo XVIII en su relación con la novela francesa de los siglos XVII y XVIII.

Creo que este campo de conocimiento en la Facultad de Filosofía y Letras se ha visto enriquecido en los últimos años, por ejemplo, con estudios sobre las relaciones entre la literatura y otras artes, como la música o la pintura, que han sido ampliamente trabajadas por algunas profesoras del Colegio de Letras Modernas.

Entre los eventos que impulsaron esta área recuerdo la visita a la Facultad de profesores extranjeros como Jean Bessière, quien impartió un curso muy interesante de carácter comparatista. Hubo iniciativas que fomentaron el diálogo y la vinculación académica con profesores e instituciones nacionales e internacionales, como la creación de la revista Poligrafias.

Considero que la formación teórica en el área de Literatura Comparada es necesaria para cualquier estudiante del posgrado en letras y creo que le abre un horizonte más amplio de estudio y de vida laboral. Además, creo que una buena parte de la crítica literaria se construye a partir de los enfoques necesariamente comparatistas.